La
tradición oral transmite multitud de recetas de cremas y mascarillas
para la piel realizadas a base de leche. Y es que, después, se ha
averiguado que el suero de la leche contiene una proteína que estimula
el colágeno de la piel.
Pero
no sólo es buena la leche por fuera. Al ingerirla, contribuye a que el
cuerpo se mantenga hidratado y la vitamina A mantiene la capa
superficial de la piel tersa. Y la combinación de aminoácidos es buena
para conseguir un cabello y unas uñas saludables.
Otros derivados de la leche son las bioproteínas, de efecto hidratante e hidrorregulador de las capas superficiales de la epidermis.
Por
otro lado, los oligopéptidos de lactoglobulina procuran el efecto
tensor; la lactosa y sus derivados actúan como una fuente de energía
para las células; y, finalmente, el ácido láctico (de la familia de los
alfahidroxiácidos -AHA’s-) hidrata y reconstituye la película
hidrolipídica protectora natural de la piel.
La química Antonieta Aravena, añadió que el actuar de la leche en la piel se explica porque “todas las leches proporcionan sus nutrientes al entrar en contacto con la piel, pero en especial las lipoproteínas de la leche de cabra, ayudan al paso de los nutrientes y del agua a través de la membrana de las células llevándolos dentro de éstas, y por eso la piel queda tan suave con los jabones de leche de cabra en vez de los jabones convencionales. Cuanto más grasa sea la leche mejor será el jabón que se extraiga de ella”.
Cabe mencionar que las leches más utilizadas para fines cosméticos son la de cabra y la de vaca, dados sus costos y beneficios.
La química Antonieta Aravena, añadió que el actuar de la leche en la piel se explica porque “todas las leches proporcionan sus nutrientes al entrar en contacto con la piel, pero en especial las lipoproteínas de la leche de cabra, ayudan al paso de los nutrientes y del agua a través de la membrana de las células llevándolos dentro de éstas, y por eso la piel queda tan suave con los jabones de leche de cabra en vez de los jabones convencionales. Cuanto más grasa sea la leche mejor será el jabón que se extraiga de ella”.
Cabe mencionar que las leches más utilizadas para fines cosméticos son la de cabra y la de vaca, dados sus costos y beneficios.
La
leche de cabra es una perfecta desconocida en su faceta de materia
prima cosmética. La leche de cabra, en su composición, tiene abundantes
lipoproteínas que es la forma en que se presentan las grasas en el
líquido. En la leche de cabra los glóbulos grasos son de tamaño muy
pequeño, razón por la que no se forma la típica capa de grasa cuando se
deja reposar o se hierve como pasa con la leche de vaca, colocando a la
leche de cabra a la cabeza de las materias primas de los cosméticos.
En
la realidad los jabones artesanales de esta leche están especialmente
recomendados para pieles sensibles, infantiles o con algún problema
alérgico, ayudando a su recuperación o a la protección contra
infecciones o erosiones, pero pueden usarse de forma habitual por todo
el mundo, según lo comentó Aravena.
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